domingo, 19 de abril de 2009

La sentencia a los siete campesinos detenidos es otro paso en la criminalización del movimiento campesino

Misión Boves / Movimiento Campesino Jirajara

Aproximadamente a las 6:30 de la tarde de ayer, 18 de abril, Carlos Ortega, Humberto Osuna, Sydney Osuna, Luis Olivares, Armando García, Armando Tovar y Simón Valera, fueron desplazados hacia la Fiscalía en Guanare, capital del estado Portuguesa.

Los siete formaban parte de las 63 familias campesinas que se encontraban en el fundo El Rodeo (municipio Papelón, sector Papayito), en pleno proceso de recuperación, trabajando en conjunto con el Inti y el Fondas y que fueron asaltados por efectivos de la Policía Selvática del estado Portuguesa en un procedimiento “más parecido a una emboscada liderada por los propios terratenientes, fue llevado a cabo por la Policía Selvática del Edo. Portuguesa, cuerpo que tiene estrechas relaciones con hacedandos/as, según las denuncias de lídere/zas de ese estado” como reporta el periódico Proceso en diversos portales de la red.

En dicho asedio, en los que también fueron detenidos tres funcionarios del Inti que se encontraban en el predio realizando tareas de demarcación junto a los/las campesinos/as, fueron amenazados, violentados y sometidos por los efectivos, al momento de intervenir en la detención de Carlos Ortega Humberto Osuna, Sydney Osuna, Luis Olivares, Armando García, Armando Tovar y Simón Valera. Fueron sometidos y obligados a permanecer en el suelo, mientras se llevaban a los otros siete. Los técnicos y las otras 54 personas fueron liberadas, y las familias expulsadas del fundo, que actualmente se encuentra ocupado por efectivos de la Policía Selvática y la Guardia Nacional. Entre las víctimas se encuentra una compañera con ocho meses de embarazo, que sin considerar su estado recibió el mismo trato. A las horas todos/as fueron liberados, incluyendo a los 3 funcionarios del Inti.

Otro fue el destino de los restantes siete: En evidente violación de los derechos humanos fundamentales, del Código Orgánico Procesal Penal y de las garantías constitucionales, los siete fueron reseñados como criminales en la cede del Cicpc en Guanare, se les abrió expediente, se les mantuvo detenidos por más de 24 horas, para finalmente, por orden de la jueza encargada del caso (cuyo nombre y competencia tendremos en poco tiempo) Carlos Ortega, Humberto Osuna, Sydney Osuna, Luis Olivares, Armando García, Armando Tovar y Simón Valera son sometidos a régimen de presentación.

Decisión que se contradice con la petición del Fiscal Superior de otorgarles libertad plena, ya que el caso carecía de sustanciación y que destaca el carácter viciado de la decisión.

Ensañamiento con el dirigente Carlos Ortega

Se hace necesario realzar la prepotente actuación del Coronel de la GN, Gilberto Saluzo, Comandante General de la Policía de Portuguesa, quien en reiteradas ocasiones, previas al juicio, amenazó con imputar al dirigente Carlos Ortega, para luego ingresar a la sala donde se les llevaba el juicio a los siete de El Rodeo, irrespetando el procedimiento judicial, vociferando y amedrentando a los juzgados, gritando a todo pulmón: “Ustedes son unos invasores”, según revela una fuente.

A todo esto se le debe agregar la rencilla personal que el gobernador Wilmar Castro Soteldo con Carlos Ortega que en días recientes había emitido opiniones duras pero fundamentadas en relación a para quién trabaja el gobernador de portuguesa, si para el pueblo campesino, o para la oligarquía latifundista. Según revela una fuente, de la misma boca de Castro Soteldo, salió la orden “indirecta” de darle una lección ejemplar a Ortega.

Todo esto indica que se trata de una retaliación política, ya que la decisión de la jueza contraviene a la petición del Fiscal Superior de otorgarle a los campesinos libertad plena. Contando además con el aval del Instituto Nacional de Tierras (INTI) y el Fondas, puesto que de las 923 hectáreas del fundo, 450 estaban siendo destinadas para el desarrollo de un Proyecto Integral Productivo, con enfoque agroecológico.

Por otro lado, es de emergencia destacar que con este acto de criminalización y deslegitimación de la lucha llevada a cabo por los siete de Guanare y las 63 familias asentadas en el fundo El Rodeo, permite, en especial en el caso de Carlos Ortega, el desarrollo de una situación lamentablemente conocida: al criminalizar a Carlos Ortega, reconocido dirigente regional, se facilita el escenario de una muerte por sicariato, como ha ocurrido en otras ocasiones. Ya que la criminalización pivotea la nefasta matriz de que se trataba de un ajuste de cuentas por parte del hampa, obviando el verdadero rostro de un luchador agrario en pleno rescate legítimo de la tierra.

Ignoramos si el gobernador estará al tanto de las consecuencias que implica esta decisión, pero de lo que no queda duda es que se trata más de una rabieta personalizada que de un caso de justicia imparcial. Máxime cuando el Comandante de la Policía de la región amenaza y vocifera abiertamente, emitiendo amenazas del cuño de “ni que venga el presidente Chávez a ordenarme tu libertad vas a salir”, reflejando su carácter reaccionario, cómplice de la impunidad y de hombre antipueblo.

Tampoco se debe perder de vista el accionar de la Policía Selvática, creada por la ex gobernadora Antonia Muñoz, con la presunta intención de prevenir “crímenes de impacto ecológico”, pero que ha tenido una destacada actuación a favor de latifundistas y en contra del pueblo campesino, en un estado donde la criminalización es cuestión de tradición, si recordamos los diversos casos de Grupos Exterminios compuestos por integrantes de la Policía de Portuguesa en años anteriores. Y que, además, destaca una victoria a favor de Ismael Pena (se le calculan 13.000 hectáreas) y el latifundismo portugueseño.

Con los siete de El Rodeo, suman 1.507 campesinos desmovilizados en régimen de presentación acusados de invasores desde que entró en vigencia en el 2001 la Ley de Tierra y Desarrollo Agrario. En numerosas oportunidades, el movimiento campesino ha exigido la Enmienda de la disposición transitoria Nº13, y del artículo 471-a y 472 del Código Penal reformado que burocratizan y criminalizan la ocupación de tierras ociosas.

Notas e interrogantes

-A la comandancia general de la policía del estado Portuguesa en Guanare, se movilizaron alrededor de 80 campesinos esperando mayor movilización para hoy 19 de abril. Esto, evidentemente, marcó presión y agilizó el proceso de liberación de Carlos Ortega, Humberto Osuna, Sydney Osuna, Luis Olivares, Armando García, Armando Tovar y Simón Valera.

-¿Se manifestarán sobre el caso el PSUV en el estado y a nivel nacional, la Defensoría del Pueblo particularmente la Defensoría Agraria y la gobernación que se proclama socialista, Consejo Legislativo del estado Portuguesa y la Asamblea Nacional? ¿Qué dirán los medios del sistema público?

-Que el asedio al fundo El Rodeo se haya realizado justamente el Día de la Dignidad Campesina (17 de abril) agrediendo física y verbalmente a 63 campesinos y técnicos que son servidores públicos, desalojando además a las familias que rescatan la tierra, establece un lamentable contrasentido; que la sentencia a los siete se haya dado un día antes de cumplir casi 200 años del 19 de Abril de 1810, conmemorando la fecha de inicio de la Revolución de Independencia en Nuestra América, una ironía macabra; cuando además estamos en tiempos de revolución, así la gobernación de Portuguesa y los latifundistas no lo crean.

 ¡Exigimos a las autoridades compententes que se liberen de todo cargo a Carlos Ortega, Humberto Osuna, Sydney Osuna, Luis Olivares, Armando García, Armando Tovar y Simón Valera y a los demás 1.500 campesinos que pagan régimen de presentación de forma injusta!

¡Basta de impunidad! ¡Honor y gloria a los 214 campesinos asesinados!

domingo, 12 de abril de 2009

Chávez, Gino González y Del despecho a la alegría

En Las Líneas de Chávez de hoy, 12 de abril, Hugo Chávez cita al compa Cayapo y militante de la Misión Boves, Gino González. En concreto, cita una canción que es crónica del golpe y la reacción de Pueblo de abril 2002: Del despecho a la alegría (el blog de Gino se llama precisamente así, y allí están esa y otras de sus canciones). La pieza resume al pelo ese y otros episodios de nuestra Historia. Comienza así: "Tanto le tiraron piedras hasta que al fin le dieron: volvieron los oligarcas...".

Escuche la canción:


Días de abril

He abierto un nuevo blog, cuyo contenido son las páginas de un libro compilatorio que escribí para Fundarte en 2007: Del 11 al 13. Testimonios y grandes historias mínimas de abil 2002 (clic aquí). El libro en físico puede adquirirse por ahí, creo que en las Librerías del Sur y otros lugares. En ese blog cuyo enlace acabo de poner acá arriba puede leerlo gratismente, imprimirlo, regalarlo, recomendarlo, insultarlo, lo que le dé la gana. Le autorizaría también a comercializarlo, pero le aseguro que no vale la pena. Nadie se hace rico vendiendo libros de bichos desconocidos, y a veces ni siquiera pirateando libros de autores famosos.
¿De qué va el libro? Es una recopilación de testimonios de personas que estuvieron (me incluyo; hay algo de mi propio testimonio allí) en el centro de Caracas o en otras trincheras de batalla el 11 de abril; que fueron participantes y/o testigos del estallido del 12, las candelas del 13 y la fiesta del 14 en la madrugada.
Siempre alguien dice las cosas mejor que uno. En este caso, aunque somos pueblo y como pueblo hablamos, avanzamos, nos equivocamos, estallamos de felicidad y llevamos leña por ese lomo, resulta evidentemente y por razones obvias mucho mejor escuchar a varios compatriotas que a uno solo. Así pues, en esos testimonios encontramos más sustancia, explicaciones, claves y datos inéditos que en la voz de un solo sujeto.
Dice Gino González, por cierto, que cada uno somos gota y todos el aguacero. Una de esas gotas es el propio Gino, quien compuso un extraordinario resumen de lo sucedido en esos días. Se titula Del despecho a la alegría, y vale la pena escucharla en su blog (hacer clic en el enlace acá arriba, donde está resaltado su nombre).
En cuanto a mi propio punto de vista, por estos días me mueve una certeza: la fecha digna de ser resaltada es el 12 de abril de 2002. No el 13, como ha convenido el chavismo oficial, y mucho menos el 11, como quiere establecer la derecha antochavista. Fue el 12 cuando ocurrió ese evento histórico extraño, anómalo y desconcertante, ocurrido sólo unas cuatro veces desde 1810 hasta nuestros días: la activación del pueblo en sus facetas destructivas, en ausencia de la autoridad nacional o poder constituido. Ocurrió el 6 de julio de 1811. Ocurrió el 5 de diciembre de 1814, a la muerte de José Tomás Boves. Ocurrió en febrero de 1836. Volvió a ocurrir el 23 de enero de 1958. De nuevo estalló el 27 de febrero de 1989. Y finalmente lo hizo el 12 de abril de 2002, no bien el güevón de Carmona (encumbrado por militares, sindicaleros y empresarios, seguidos por una buena cantidad de comemierdas de la "sociedad civil" que salieron a meterle gasolina al caos sin saber para qué los estaban arreando) se calzó a sí mismo la corona de rey de Venezuela.
En todas esas fechas se produjeron situaciones de diverso signo, orientación, causalidad y resultados, pero un ingrediente es común a todas: la figura a quien el pueblo oprimido consideraba autoridad, fuera ésta querida o no, legítima o no, aceptada o no, quedó suprimida (la Corona española en 1811; Boves en 1814; Gómez en el 35 -el estallido fue en el 36, con un blandengue López Contreras que luego se endureció-; Pérez Jiménez en el 58; el Puntofijismo en pleno en el 89, Chávez en 2002), y en ese espacio límbico llamado vacío de poder (¿les suena?) se produce la activación espontánea del pueblo como fuerza constituyente.
Sí, hubo vacío de poder el 11 de abril. Pues de bolas: ¿no tenían acaso secuestrado a quien detentaba el poder?

***

La derecha, y la izquierda que se cree derecha, seguirá insistiendo en que "los pistoleros de Llaguno" estaban disparándole a la marcha de sifrinos que nevía del este. Suficientes testimonios audiovisuales rebaten ese embuste grotesco cocinado por Venevisión y multiplicado por mucho hijo de la gran puta, ese cuyo conjunto llamamos nuestro enemigo. Este año, mis líneas de recordación de la fecha van dedicadas a ellos. A los pistoleros. Y les pongo el nombre que el enemigo quiere encasquetarles. Porque es preciso reivindicar los datos y claves que los aterroriza. Quizá así terminen de entender que estaremos esperándolos, vengan por las buenas o por las malas.