viernes, 29 de abril de 2011

Por la solidaridad entre revolucionarios y entre nuestros pueblos


"Si ser “terrorista” es porque lo dice el régimen Colombiano sirviéndole a su amo; entonces millones de exiliados en Venezuela, podrían estar siendo entregados ante su verdugo para su horca". Manuel Arango



La solidaridad con el pueblo Colombiano es para los pueblos de NuestrAmérica una tradición libertaria que va más allá de las cancillerías, pues son los pueblos los que en su soberanía y auto-determinación levantamos la voz ante el mundo con nuestra lucha por la vida, la paz y por nuestros destinos comunes.

Apoyar al pueblo Colombiano es apoyar sus heroicas luchas, su digna resistencia ante el genocidio del Estado criminal y terrorista que dirige ilegítimamente Juan Manuel Santos y su Canciller María Ángela Olguín, responsables de la guerra y la explotación contra los descalzos colombianos

Alzaremos nuestras banderas para liberar al revolucionario Colombiano Joaquín Pérez Becerra y demás revolucionari@s detenidos , perseguidos y reclamados por el gobierno Colombiano con acusaciones sin ningún fundamento legal, tejidas en los cuarteles y palacios donde gobiernan paramilitares, agentes de la CIA y el ejército oligárquico.

Los infames actos hostiles contra el territorio hermano van desde la instalación de las bases militares en una progresiva ocupación militar extranjera, hasta los 250.000 desaparecid@s, 5000.000 desplazad@s, 7.500 pres@s políticos, falsos positivos, miseria y muerte por parte de una oligarquía que no tiene ningún interés en el diálogo o la solución política planteada por la insurgencia social y popular comprometida en la construcción de una patria soberana y el socialismo insumiso.

El incondicional apoyo de los pueblos de NuestaAmérica a la lucha revolucionaria no puede ser empañado por decisiones que no hemos tomado soberanamente, pues entendemos que en un proceso de transición política que elige al Socialismo como ruta emancipatoria, estas determinaciones deben corresponder con la dignidad y el derecho de los pueblos a la rebelión. “Ningún revolucionario entrega al enemigo a otro revolucionario”.

Desde siempre nuestras luchas han asumido el ejercicio revolucionario como la consecuencia entre el pensar, el decir y el hacer, y a su vez, como todo el esfuerzo de la dignidad humana, que verdaderamente recrea la democracia y echa las bases para construir un verdadero socialismo, aprendiendo, racionalizando, rectificando sin perder la mística, sin transigir con el enemigo de los pueblos.


En el caso Colombiano se debe expresar con vehemencia la voluntad política de las organizaciones sociales y revolucionarias para emprender la salida política negociada al largo y doloroso conflicto político, militar y social , como la falta de voluntad de el para-Estado Colombiano y de los organismos internacionales que desconocen el carácter beligerante de las organizaciones revolucionarias colombianas.

Se deben dar negociaciones sin condiciones previas y cualquier solución ha de pasar necesariamente por el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos, solución política que debe ser duradera y justa, construida en un ambiente de confianza entre las partes y con el protagonismo del pueblo Colombiano y de sus luchas populares y revolucionarias.

La Guara. Movimiento de Solidaridad NuestrAmérica