La necesidad de la organización es incuestionable, si nos organizamos como mujeres, como indígenas o como jóvenes... Ahora, la cuestión es el punto de vista central de estas organizaciones, para qué nos unimos los jovenes o las mujeres, sin perder de vista lo fundamental en el socialismo, y es la igualdad entre todas y todos, sin menoscabo de uno u otro por tener diferencias de genero o generación, y esto se está perdiendo. Es más, la mayoría se encuentran en un camino que pretende, disimuladamente o no, instaurarse por encima del otro y para esto crean e inpulsan en much@s prejuicios y discriminaciones.
Claro que queremos superarnos, queremos superar al capitalismo en sus distintas manifestaciones que van desde lo subjetivo hasta lo real concreto. Pero es superar mediante el uso de argumentos verdaderos y la apropiación de una nueva conciencia de sí mismo y la sociedad, que es muy distinto a aplastar al otro, por más coño de madre que sea, a través de la instalación de prejuicios y algunas falsedades.
El prejuicio y la falsedad, la mentira y el racismo son las herramientas fundamentales de la instaurtación del odio, son las herramientas fundamentales del capitalismo y el fascismo. Éstas no pueden ser jamás herramientas a usar en los senderos del socialismo, camino al tan añorado comunismo moderno.
Entonces todas esas frases que utilizamos en “nuestro” discurso dejan mucho que desear de quienes supuestamente están más preparados que nosotr@s l@s nadie y se encuentran en la vanguardia de nuestro proceso. Decir que la revolución socialista es feminista o que la juventud es la vanguardia, son contradicciones que no podemos dejar pasar.
Discriminaciones como el Ministerio del Poder Popular para la Mujer (habría que revisar cómo participamos nosotr@s en la creación de tal ministerio) y la Igualdad de Género... Pero qué igualdad puede haber si ya instalamos de entrada a la mujer como punto fundamental y prioritario de ese ministerio, imaginense un ministerio de la mujer y la familia, acaso es la mujer el eje más transcendental del núcleo familiar, o existe algún miembro de la familia que sea el eje transcendental. De serlo debería ser, no transcendental, sino prioritario las y los hijos...
Estamos claros de que existe discriminación hacia la mujer, pero esto no podemos superalo discriminando a nuestra contra parte. Estamos claros deque existe violencia fisica sobre todo del hombre hacia la mujer, para esto existia y aun sigue existiendo el INAMUJER y más que chuta; y que existe además una violencia sicológica de la mujer hacia el hombre y los hijos que no es tomada en cuenta, entonces bueno hagamos un Ministerio del poder popular para el hombre y la igualdad de genero y un Ministerio de poder popular del niño y el adolescente. No sé si reirme o llorar la verdad sea dicha, lo que si es que me provoca y de seguro lo haré es echar una menta e'...
Por otro lado, las tendencias biologicistas de nuestro proceso son un poco espeluznantes; nada más capitalista y facho estamos claras y claros pues. ¡Qué fastidio! Me gustaría saber cuántas hojas de papel, o sea, cuántos árboles de más fueron asecinados por poner claras y claros, bellas y bellos, el ser y la sera humana y cosas de esas que sobran cuando nuestro idioma tiene palabras en donde cabemos todas y todos. ¡Coño donde cabemos todos!
Estamos claros conque, para la sociedad de consumo, los viejos son un estorbo; una mierda de la que hay que deshacerse lo más pronto posible pues ya no se los puede explotar fisicamente con el mismo rendimiento de un adolescente; son un carro viejo que baja pa' la Guaira, pero hay que subirlo empujao pues. Tanto es así, que en el clímax del neoliberalismo salvaje mismo, las grandes trasnacionales le metieron mano sin la más miníma culpa, a los seguros medicos de muchos paises dejándolos en la bancarrota, dejándolos desprotegidos; en algunos paises como en Argentina muchos viejos, ancianos o personas de edad prolongada se suicidaron en plena plaza pública como protesta por no tener ni siquiera con qué comer. Aquí tambien empezaron a preparar el terreno para hacer lo mismo, pero gracias al pueblo y al proceso bolivariano, están cada vez más protegidos.
Para las sociedades occidentales u occidentalistas las viejas y los viejos, las abuelas y los abuelos (verga pobrecitos los árboles), todos aquellos que pasen de 50 años, no valen nada; en cambio, para las sociedades orientales y sociedades aborígenes, las y los ancianos son parte fundamental del conocimiento como personas depositarias de las experiencias alcanzadas a lo largo de toda su vida. En en plano político es idéntico, sumando claro los dogmás, yo diría mañas, que uno agarra mientras anda el camino. Es por esto que me parece irrespetuoso y discriminativo decir que la vanguardia de este proceso es la juventud venezolana, despreciando toda la experiencia y el conocimiento de camaradas valiosos, y estableciendo a priori a un sector de la sociedad como lider de este proceso. En la lucha política por el liderazgo todas y todos somos iguales sin distingo de raza, género o generación, esta se libra en las comunidades, universidades, en el partido; en el ámbito donde nos encontremos inmersos y quienes decidirán quienes son las o los líderes serán las personas que integren estos espacios. La vanguardia no serán las mujeres o los jóvenes porque si, porque a algún fulano o fulana se le ocurrió; lider será aquel que mejor represente o lleve adelante los intereses y necesidades sociales del colectivo, esto para mi es la vanguardia, la gente que el pueblo impulsa para que lleve adelante un proyecto colectivo, un sueño colectivo.
¿Dónde queda entonces esa frase tan hermosa del Aquiles de los poderes creadores del pueblo? Pueblo somos todas y todos, (claro con sus diferencias de clase por supuesto pues los ricos y burgueses no entran en esta definición claro), pero ¡el pueblo son las mujeres, los hombres, las niñas y los niños, las y los adolescentes, las viejas y los viejos! ¿Hasta cuándo coño vamos a seguir reproduciendo estas aberraciones?, se nota con esto que el pueblo, nuestro pueblo no está participando, pues en su sabiduría y en su ignorancia reconoce que estos son prejuicios y mentiras y los supera con amor y constancia.
3 comentarios:
Entrevista a la antropóloga y feminista mexicana Marcela Lagarde
"El feminismo no muerde"
Dalia Acosta
IPS
Con poco más de un siglo de existencia, el feminismo perdura en América Latina y el mundo, pero su vida como ideología reivindicadora de las mujeres simula un efecto de olas encrespadas, con puntos elevados y vertiginosas caídas.
Así define la antropóloga y feminista mexicana Marcela Lagarde esa "crítica persistente de la modernidad", que a inicios del siglo XXI vive un momento inusual por la diversidad generacional de sus militantes, y su extensión, a través de los estudios de género, a otros espacios sociales, académicos y de producción científica.
"El feminismo no muerde", enfatiza Lagarde, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México y una de las promotoras de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, vigente desde el 2 de febrero del 2007, y de la introducción del delito de feminicidio en el Código Penal.
Lagarde, presidenta de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres conversó con IPS durante su visita a Cuba.
IPS: ¿Cuáles son las causas de la permanencia de los prejuicios hacia el feminismo, incluso entre los mismos movimientos de mujeres o en países como Cuba que promueven políticas a favor de la población femenina?
MARCELA LAGARDE: No ha habido una continuidad en la transmisión del papel del feminismo en la cultura moderna. Pareciera que hubiera etapas en las que se pierde la memoria histórica y luego hay que volver a recuperarla. Como el feminismo es una crítica de la sociedad patriarcal, ha sido percibido como peligroso por quienes están de acuerdo o asumen como inevitable la sociedad, cultura y poder patriarcales.
El feminismo hace la crítica del patriarcado como una construcción metapolítica que atraviesa sociedades y épocas, y propone alternativas concretas. El poder patriarcal es un poder monopolizado por los hombres. Se esgrimen también otros valores y alternativas que pueden ser percibidas como peligrosas, que muerden, porque están destinadas a eliminar la dominación de género.
Quienes no están de acuerdo hacen lo que siempre se hace en la lucha política: idealizar al enemigo, en este caso, las mujeres y feministas. Les plantean atributos y características peligrosas y muchas falsedades. Previamente, hay una cultura bastante misógina, sexista, machista. A esa misoginia social se suma la misoginia política que es el antifeminismo.
IPS: ¿Cómo define al antifeminismo? ¿Cuánto se ha extendido?
ML: ES la deslegitimación de lo que el feminismo ha aportado a la humanidad. Se trasmite ahora en mujeres y hombres, porque las mujeres en las sociedades patriarcales hemos sido educadas y socializadas para funcionar patriarcalmente. Algunas devenimos feministas, pero eso implica un conocimiento distinto para criticar nuestra propia cultura, identidades y condición de género, que tiene una enorme impronta patriarcal.
Toda esa ignorancia generalizada contribuye al antifeminismo. Desde el poder dominante, constantemente hay una política antifeminista extendida y extensiva. Repetimos prejuicios que nunca hemos corroborado, pero los tenemos como parte de nuestras ideologías y cultura en que vivimos.
IPS: ¿Qué ha significado para las mujeres contemporáneas la invisibilidad del feminismo?
ML: Determinados grupos de mujeres van naciendo o desarrollándose con avances ya logrados por el feminismo desde el siglo XVIII, pero no los ponderan ni valoran porque ya los tienen: educación, acceso al mundo laboral, empleo, ingreso o participación política.
Tuvimos que aprender, sobre el feminismo, investigando por nuestra cuenta para saber qué había pasado, porque no lo enseñaban en la escuela ni en las universidades.
Bueno no se trata de "desprestigiar" la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos ante los hombres lo que es muy distinto al feminismo, para mi el feminismo es la instauración de este por encima del machismo, para mi ni feminismo ni machismo, la lucha es por la igualdad. Y bueno también puede comentar usted mi artículo, mi borrador mejor dicho, con sus propias palabras y con criticas más puntuales sobre lo escrito.
Señor anónimo... señora anónimo
Publicar un comentario