lunes, 19 de mayo de 2008

Candidaturas en Nueva Esparta

Nubarrones se otean en el horizonte psuvista insular, afortunadamente, el despeje es simple. Primero, ubiquemos el por qué de semejante oscuridad, el qué o quiénes causan semejante amenaza al panorama político y revolucionario en una región carente de una contundente fortaleza ideológica y claridad conceptual, fundamentalmente, dentro de quienes hoy fungen como sus líderes.

Ubicada la causa del oscuro nubarrón que tapa el brillo del astro solar, procederemos a quitarlo del medio. Vallamos al detalle: Para optar a candidato a la gobernación del estado Nueva Esparta se inscribieron ocho militantes del psuv, a saber: Pedro Camagüey Espinoza, Arnaldo Cogorno, Rusill Silano, José Orozco, Rosario Pacheco, Alexis González, Alexis Navarro y William Fariñas.

Dos de estos aspirantes han decidido dividir mediante la cizaña, el chisme, la descalificación y el odio a la militancia del psuv y a quienes seguimos a Chávez desde otras posiciones (sí, son ellos el nubarrón). Ambos se dicen predestinados por la mano del Comandante, ambos se han valido de los recursos del Estado para conseguirse incondicionales que, lejos de procurar la tan necesaria unión, viven fomentando la desunión, pero no cualquier desunión, si no de la peor, aquella en la cual los mismos militantes de un proceso revolucionario, seguidores de Chávez, no toleran a otro candidato a no ser el que ellos postulan groseramente.

¿Cómo identificarlos (a los del nubarrón)? Ambos son funcionarios públicos; no son de estas tierras (uno sí, pero igual no le importa); por intereses económicos y de poder, fundamentalmente, tienen cómplices; quienes les adversan (a los dos), lo hacen por una cuestión de ética, de principios, de valores morales; tienen detractores, críticos y hasta enemigos dentro del chavismo, razón por la cual el grupo de uno, no votaría por el otro y viceversa. Esto último es muy grave, en función de la necesaria unidad y el tan anhelado triunfo electoral del próximo noviembre.

Dejémoslos solos con sus peleas y odios divisionistas y con sus “agradecidos seguidores”. ¿Qué hacer? Veamos la lista, eliminemos a estos dos perturbadores seres, nos quedan seis. El que usted guste, quien más le agrade, quien le inspire mayor confianza, quien usted decida, será mejor, pues, con plena y absoluta seguridad, recibirá los votos de quienes no obtengan la nominación electoral y sus seguidores, garantizando el triunfo de todos.

Aquellos dos, sólo garantizan los votos de sus favorecidos adeptos, y eso nos infringirá una nueva derrota a todos.

¡Saque la cuenta¡

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