miércoles, 3 de marzo de 2010
Llegó El Cayapo 38 (cañón corto) promoviendo los ignorares
Enfrentarse a un Cayapo es una faena dura, más o menos traumática. No es la clase de documentos o lecturas que usted aborda y a los diez minutos ya ni se acuerda o no le importa su contenido. Si usted se toma en serio la tarea de leer un Cayapo (o intenta leerlo, o al menos doblarlo como estaba antes que usted lo desguazara) usted no dormirá tranquilo esa noche. Muchas cosas quedarán revoloteando en su mente. Es probable que no quede contento, satisfecho o agradecido, y esa es precisamente la idea: que usted se inquiete, que se quede pensando y nombrándole la madre a los editores. Leer por primera vez un Cayapo recuerda la primera rasca con anís: usted pasa un rato fino pero al final siente que algo no anda bien. Hasta que las tripas se le rebelan y usted termina maldiciendo. Pero más temprano o más tarde uno vuelve por el anís. Porque la pea y el ratón se le quedaron en el subconsciente.
Recuerdo la primera vez que tuve en las manos un ejemplar de El Cayapo, la impresión que me dejó. No pude y no puedo llamarlo “periódico” porque no cumple con el requisito de la periodicidad (no es diario ni semanal ni mensual ni bimestral ni nada) y porque su forma, su diseño, su formato, no cuadra con eso que nos acostumbraron a llamar “periódico”: un Cayapo no es el clásico librito donde uno sabe que después de la página 1 viene la 2 y después la 3, no señor. Usted mira al Cayapo, lee unas pocas líneas del “edichorrial” (un editorial cayapérico) y quiere voltear la página, y ahí empieza la pesadilla. Primero porque “voltear la página” tampoco es un trámite fácil: usted no puede hojear un cayapo, tiene que desarmarlo. Después de la página que uno supone que es la 1 no viene la 2 sino una solapa; después, un pliego grande; después otra solapa, después algo que parece un afiche y después una página que parece “normal”.
Se detiene uno en la página con aspecto normal, aliviado, y es como levantarse a una morena que uno supone que maneja los mismos códigos que uno, pero no: la bicha te empieza a hablar en sánscrito antiguo, con un discurso que no es nada normal (era la pinta nada más). Te dice, por ejemplo, una herejía como esta: “Si usted como pobre medio piensa, y trata de preguntarse qué coño hacían sus abuelos y los abuelos de ellos durante los gloriosos episodios de traspaso de un propietario español a uno criollo del país en el que pusieron a trabajar al pelabola extraoficialmente encargado de transformar la historia, de pelear en su guerra, de compartir las convicciones de los grandes cacaos tarde o temprano sin considerar que desde mucho antes de eso ya era patá, mordisco y kunfú resistiendo al exterminio blanco contra el que sus abuelas tenían que echarle un cerro para no caer, o caían; en fin, si usted cree que el cuento del bicentenario es con usted porque sí, sin anestesia, sin vaselina, sin sospechar un mínimo indispensable, cierre el periódico, apague la pistola y constate a ver si sus tatarabuelos estaban en la foto del 19 de abril de 1810, o, manquesea, en el retrato de familia que Lovera o Michelena sacaron pal 5 de julio de 1811, y si ahí ve a su negro, pardo o indígena tatarabuelo (porque la abuela ni de vaina) incorporado a ese sagrado episodio de la memoria nacional, avise donde y notifique a esta redacción qué consume y comparta”.
Así que está en la calle el número 38 de El Cayapo, una experiencia que comenzó el año 1998. La lista de gente que lo hace, lo dobla y lo distribuye es gigantesca, así que mejor ni intentar nombrarlos a todos. Así que saludos a Ramón Mendoza (el cayapo mayor) y a la iniciativa que los desvela: el Encuentro Mundial de Ignorares, que se anuncia bueno y sabroso porque es el opuesto de los Encuentros de Saberes.
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2 comentarios:
Hola estuve revisando tu blog y me parece muy interesante y entretenido, sobre todo que la información es detallada y precisa, espero que sigas posteando más temas para informarnos y comentar.
Saludos.
Déjame felicitarte, que bueno que está tu blog los temas tienen la información exacta que me interesa, sigue posteando más sobre estos temas.
Felicitaciones.
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