lunes, 3 de enero de 2011

Carta pública a un usurpador de las luchas estudiantiles revolucionarias de finales de los 80 y 90

(o a Nicmer Evans, que es la misma vaina)

Jesús Arteaga


Hay muchos como tú, que pretenden afianzar su revolucionarismo a partir de un pasado del que no formaron parte, restando importancia a si mismos recrean fantasías y hasta terminan creyéndose toda la mentira con la que pretenden ocultar su pasado, nos recuerdan a los viejos adecos que sufren del síndrome guasinero, los que se presentaban en las jefaturas pidiendo unas planchas de zinc al jefe civil porque ellos habían estado presos en Guasina, aunque sería más por borrachos escandalosos que por insurgir contra la dictadura de Pérez Jiménez, igual que esos viejos guasineros, hoy día hay quienes como tu, confunden la organización de presentaciones de Laureano Márquez y Emilio Lovera en el Aula Magna de la U.C.V. con "militancia en el movimiento estudiantil revolucionario de finales de los 80 y 90".

Pretendes cobrar dividendos de una lucha de la que no formaste parte y que, además, no aporta ganancias individuales, una lucha que a pesar de sus errores es reivindicada en su totalidad por quienes participamos en ella, los que no marchábamos por presupuesto "justo" porque primero había que discutir quienes lo gastaban y cuales eran los criterios, si es que los tenían, y los que impulsamos la elección de directores por todos y todas los miembros de la comunidad universitaria, lo que llevó a la paralización de actividades académicas en la escuela de historia por más de tres meses porque las autoridades desconocieron un acto democrático en el que habían participado profesores, obreros y estudiantes, los que asumimos todas las formas de lucha y también todas las consecuencias que nuestra conducta generaba, entre muchas otras acciones.

La verdad que si activaste, pero lo hiciste desde la medianía, orientado por tu jefe político, un árabe de nombre Amed Sleiman, el mismo que acompañó a los milicos de Plaza Altamira y que junto a Guaicaipuro Lameda encabezó la marcha hacia Miraflores el 11 de abril de 2002, ese es tu pasado de "dirigente estudiantil", decir que sobreviviste a la represión y al exterminio es una mentira, nunca, afortunadamente, sufriste esos males de la mal llamada democracia representativa, tus posturas políticas y las acciones que realizaste jamás representaron algún riesgo y no lo critico, cada quien tiene el derecho de "luchar" como lo crea conveniente, ahora resulta que cualquier vieja senil fue comandanta guerrillera y cualquier loquito sufrió represión y sobrevivió al exterminio.

La nueva ley plantea acabar con la casta universitaria, esa a la que perteneces y reivindicas cada vez que te haces llamar profesor, cuando te comiencen a llamar trabajador académico quizá no te guste tanto porque te iguala a los otros trabajadores, a los que no estudiaron, a los que no tienen títulos, esos mismos títulos que te entregaron vestido de toga y birrete, en acto solemne y conservador, como tu pensamiento.

Evans, ayer hubo "sádicos de la democracia representativa" hoy, hay cínicos de la democracia participativa, vive tu fantasía, pero no mientas pretendiendo recoger una cosecha que no sembraste, y lo mismo que ayer, hoy sigo asumiendo todas las consecuencias de mi accionar político.

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